Como mostramos en la descripción de las aplicaciones del detergente, se mostraba en diferentes campos y uno de ellos era la industria petroquímica.
Durante los últimos quince o diez años aproximadamente los combustibles han evolucionado, de ser meramente energía a ser energía con función detergente para el motor. En este tiempo marcas automovilísticas y empresas petroquímicas colaboran con el fin de perfeccionar el uso del motor con las gasolinas.
Unos de los puntos era y sigue siendo el tiempo de vida del motor, y aquí aparece el efecto detergente como principal arma. El efecto detergente se manifiesta destruyendo los depósitos de carbono del motor y evita los problemas que crean los depósitos de materiales sobrantes que se acumulan en el sistema de conducción.
Marcas como BP, en relación con el efecto detergente y el efecto anticorrosión, afirma una capacidad limpiadora del 50 por ciento en referencia a la misma gasolina en otras marcas. Más allá de la competencia entre marcas,la capacidad del efecto detergente llega como reacción en cadena a otros aspectos mecánicos como son la mejor conservación de las válvulas, filtro de partículas en los tubos de escape o mejor rendimiento mecánico en referencia a la plena entrega de potencia del motor.
Todas estas mejoras de las gasolinas influyen en el consumidor directamente en su bolsillo porque a la larga el vehículo sufrira menos visitas o mejor dicho un tiempo de visita mayor entre revisión y revisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario